Al igual que en nuestra patria, en la Fundación COAS hoy vivimos momentos difíciles y necesitamos contar con el apoyo de nuestros amigos. Esta vez te pedimos que nos acompañes con una oración por nuestra amada Argentina y por nuestra querida Fundación Coas. Por favor sumate y enviá este mensaje a tus contactos.
En la década de los cincuenta, y en pleno auge de los hogares masivos, llegamos al campo del trabajo social ensayando una propuesta innovadora: pequeños hogares para los niños huérfanos y abandonados. Las distintas casas denominadas “Mi Hogar” estaban conformadas por un número limitado de niños, nunca más de doce, a cargo de una voluntaria, la “tía” del hogar, que desempeñaba el rol materno en un estrecho ámbito familiar, de fuerte contenido afectivo y atención personalizada. Los pequeños hogares se expandieron, y llegamos con ellos a Frías, provincia de Santiago del Estero y también a Buenos Aires. Posteriormente, los profundos cambios sociales operados en los años setenta, impactaron de manera negativa en el surgimiento de nuevas “tías” voluntarias. Es así que al promediar los noventa, y cuando los niños alcanzaron su mayoría de edad cerramos el último “Mi Hogar”.Como la problemática de la niñez desamparada y en situación de riesgo y abandono sigue siendo nuestra inquietud, buscamos desde entonces distintas formas de contenerla. Así fue que implementamos las becas (ayuda económica) a las familias carenciadas con muchos hijos, y también funcionó en nuestra sede central un desayunador para niños de la calle. Pero evaluando con sentido crítico nuestro trabajo advertimos con desaliento que los pequeños paliativos dirigidos a los menores y que nos demandaban tanto esfuerzo, se diluían ante la proliferación creciente de niños deambulando solos, desorientados. Sin contención familiar, sin escuela, la infancia desvalida y pacífica se transformó en muchos casos en protagonista del delito con altos contenidos de violencia.
¿QUÉ NOS PASA...?
Desde muchísimas Instituciones de bien público, y también desde el Estado, se vuelca gran esfuerzo para asistir a la niñez en riesgo y se destinan altísimos presupuestos, pero es claro que todo esto no alcanza. Muchas causas concurrentes conspiran contra la equidad social e impiden que todos los niños argentinos gocen de sus derechos.
Nuestra institución, aún con sus escasos recursos humanos y económicos tratará de apuntalar a la familia.
En la Fundación Coas no nos caracterizamos por el espíritu conformista, sino todo lo contrario: siempre vamos por más. Pero somos concientes de nuestras limitaciones y nos decimos que sin tan sólo logramos reinsertar al ámbito laboral-educativo a un puñadito de familias, para que puedan desarrollar su vida libremente, con trabajo genuino sin necesidad de “programas”, “planes”, “subsidios”, nuestra tarea habrá sido fructífera.
Entonces, basta de desayunadores masivos: trabajemos por el regreso de cada niño a su hogar. Hoy revalorizamos el ámbito hogareño como el más adecuado para que el niño reciba su alimentación, ya que es allí donde él desarrolla su personalidad acompañado de sus padres.
La transmisión cultural, afectiva y vinculante que surge de la “mesa familiar” es insustituible. Un sencillo plato de comida elaborado por mamá nutre al niño no sólo física, sino también afectivamente y el laboreo doméstico lo introduce en una valoración positiva del trabajo, elemento crucial en todo proyecto de recomposición del tejido social.
Abarcamos también la problemática de los adultos mayores solos y desvalidos, y para ellos desde hace ya dos décadas, repetimos la experiencia exitosa de los pequeños hogares. Durante años funcionaron tres: San Joaquín y Santa Ana, y hogar Virginia Loza de Ceballos, en la localidad de Río Ceballos, y Residencia Eduardo Pereyra y Sra. En barrio Cofico de la ciudad de Córdoba.
En la actualidad sólo los dos últimos nos pertenecen, ya que la propiedad donde funcionaba San Joaquín y Santa Ana, en mayo de 2007, la donamos al Arzobispado de Córdoba, para que desarrolle allí tareas de contención juvenil.
En mayo de 2007 dimos otro paso hacia adelante al reformar nuestro marco jurídico ya que el Estatuto con que nos regíamos databa de 1964 y necesitábamos herramientas más ágiles y flexibles que nos permitieran dar respuesta a los requerimientos de la acción social en la actualidad.
En el nuevo Estatuto incorporamos como objetivos, además de la ayuda a la niñez y la ancianidad, el cuidado del medio ambiente, derechos humanos y equidad social, poniéndole a ésta un especial acento, porque lo abarca todo y su logro significa el fin de la marginación, en todas sus expresiones, causa injusta de dolor para quienes la padecen. Esa equidad sintetiza nuestro único e irrenunciable compromiso.
HOGAR “ VIRGINIA LOZA DE CEBALLOS"
Cinco adultos mayores, han constituido una “Familia del Corazón” y comparten la vida hogareña en una casona, viejo casco de estancia de la familia Ceballos. Las “abuelas” del hogar, de la zona, son verdaderas “historiadoras” del lugar y una charla con ellas siempre resulta amena y enriquecedora. Marta que alguna vez fue activa trabajadora parroquial, "conoce a todo el mundo". Milena aporta su impronta juvenil y femenina y a veces nos sorprende con exquisitas comidas.
Entre los varones, se destaca Juan que cultiva la huerta con eficiencia y amor y se ocupa del jardín. Ramón, debido a un ACV que sufrió hace más de quince años, colabora comprando plantines y coloridos rosales y ama “su casa”, para él la más linda de Río Ceballos. Carlos no ahorra calificativos de afecto y admiración hacia quienes lo atienden y encuentra placer en sus paseos por el jardín y persevera en la práctica diaria de ejercicios que le permiten evolucionar rápida y favorablemente de las secuelas de un ACV.
El hogar lleva el nombre de "Virginia Loza de Ceballos" en homenaje a quien albergó con amor a los ancianos desprotegidos de su época. La casa fue donada a la Fundación por su hijo, y nuestro trabajo y oraciones honran y perfuman la memoria de esta maravillosa mujer.
Abuelas y abuelos conforman una simpática familia, que recibe con calidez a amigos y visitantes, los días sábado de 16 a 19 horas, en Curupí s/nº de Bº Parque Guerrero (viejo camino a Unquillo - Río Ceballos, frente a estación de servicio Shell). El teléfono para contactarse con ellos es (03543) 453711.
RESIDENCIA “EDUARDO PEREYRA Y SEÑORA”
Hermosa y señorial propiedad, ubicada en el corazón de barrio Cofico de la ciudad de Córdoba, consta de dos casas, una en planta baja y otra en planta alta; y nos fue donada, junto a todos sus bienes, por Walter Pereyra, quien puso como cargo a dicha donación que en la casa de planta baja funcione un hogar de ancianos en homenaje a sus padres.
En la actualidad residen allí Rita, su hijo Ricardo, Alicia y Sofía, que aporta su juventud y ternura conformando los cuatro una familia afectiva. Todos sobrellevan con paciencia las incomodidades de vivir en una casa en remodelación, con albañiles trabajando en ella.
Estamos reacondicionando esta propiedad y ponemos todo nuestro esfuerzo con la esperanza de reinaugurarla en el último trimestre del 2009, alojando más “abuelas” hasta alcanzar un número razonable para compartir la vida familiar. El teléfono para contactarse con la gente de la Residencia es (0351) 4742035 de 9 a 12 y de 17 a 20 horas.
CASA DE CULTURA AMBIENTAL “WALTER PEREYRA”
Abrirá sus puertas, Dios mediante, en el primer trimestre de 2009. Funcionará en la planta alta de Av. Roque Sáenz Peña 1437, y será un homenaje permanente a este generoso y exquisito caballero que nos donó todos sus bienes.
Desde allí y bajo la consigna “Conservemos la Creación” perseguiremos nuestro objetivo ambientalista, fijándonos como meta a mediano plazo, entre otras, lograr que en las escuelas primarias el cuidado del medio ambiente sea una materia con el mismo rango de estudio que las matemáticas o las ciencias sociales.
"MIS MERIENDAS” - PROGRAMA ALIMENTARIO Y DE ASISTENCIA ECONÓMICA
El programa “Mis Meriendas” abarca a ochenta y ocho niños y sus respectivas familias y consiste en ayuda alimentaria, leche y otros artículos de almacén, que los padres retiran mensualmente para que las comidas se realicen en casa y se consuman elaboradas por mamá. Esta ayuda está condicionada a la asistencia regular de los niños a la escuela y a su aplicación al estudio. Asimismo el grupo de mamás que conforman el programa, deberá asistir obligatoriamente a cursos breves de aprendizaje fácil donde se las capacitará en oficios sencillos que les permitan generar sus propios recursos alimentarios y en algunos casos significará una rápida salida laboral. Todo este grupo competirá en una olimpíada educativa que denominamos “¡Cuánto Aprendí…!” y el niño con más alto rendimiento escolar y la mamá con mejor aprovechamiento de su capacitación, recibirán en el mes de Diciembre un importante premio estímulo.
BECAS COAS
En Diciembre de 2007 cuatro alumnos de la Escuela Manuel Eduardo PEREZ BULNES del barrio Las Violetas de nuestra ciudad, que alcanzaron nivel de excelencia (los cuatro mejores promedios) obtuvieron la Beca COAS, dirigida a que estos niños concluyan el ciclo secundario de estudios incentivándolos desde nuestra Fundación con diferentes aportes.
Estas becas apuntan a facilitar el desarrollo de la vida escolar de los becarios a través del estímulo constante y de la provisión de textos, útiles, ropa escolar y deportiva, calzados, y gastos de transporte. Se les brindarán también clases de apoyo, estudios de computación e inglés, y todo otro conocimiento que enriquezca su formación y que por medio de nuestra Fundación podamos acercarles.
Los seleccionados para las Becas Coas en el período escolar 2007 fueron Fabiana Cortes, Micaela Coria, Anabella Esquivel y Nicolás Gigena, que actualmente cursan el primer año del nivel secundario.
Cultura Ambiental- Programa CONSERVEMOS LA CREACIÓN
Presentación
El programa CONSERVEMOS LA CREACIÓN es un acariciado proyecto de trabajo educativo que promueve la educación para el cuidado del medio ambiente abordándolo desde una perspectiva trascendente.
Nuestra mirada, respetuosa y de afecto, considera al entorno - seres vivos, suelo, aire, agua - como creaciones de Dios para nuestro disfrute y el de las generaciones que vendrán. Desde esta perspectiva se hace necesario desarrollar una actitud de responsabilidad que genere conductas orientadas al cuidado de la naturaleza y al respeto por nuestros semejantes.
Por eso consideramos importante educar las conciencias y los corazones para juntos poder redescubrir este significado profundo de la naturaleza como don de Dios y tratarla con aprecio y gratitud.
Objetivos - Fundamentación
Educar a los niños es la mejor manera de educar a sus familias. Ellos, especialmente los más chiquitos, tienen una enorme influencia en la vida cotidiana del hogar donde ejercen un efecto multiplicador de conductas.
Por esto, deseamos formar a los niños desde muy chiquitos en la cultura ambientalista y consideramos que el “Cuidado del Medio Ambiente” debe ser incorporado a la enseñanza de las escuelas primarias con el mismo rango que actualmente ostentan las Matemáticas, Ciencias Sociales o Naturales.
Los presupuestos de la educación ambiental son claros: no se trata ya de un aprendizaje mecánico que apunte a la repetición por parte de los niños de una lista de problemas y las formas de solucionarlos. Lo que requiere nuestro tiempo es un cambio de hábitos y costumbres, un cambio del estilo de vida y el desarrollo de un sistema de comportamiento en el que cada una de nuestras acciones se encamine al cuidado de lo que nos rodea y al respeto por nuestros semejantes.
El objetivo de LA Fundación COAS a través del programa CONSERVEMOS LA CREACIÓN es, pues, desarrollar en los niños no sólo su conocimiento sino también trabajar valores y actitudes que contribuyan en su formación como personas seguras, responsables, solidarias, justas y comprometidas.
Implementación – Etapa I (2009)
Público meta: en esta primera etapa durante el período 2009, nuestra actividad estará dirigida a niños que cursan los distintos niveles del ciclo inicial (salas de jardín de infantes) y el primer año de nivel primario.
Metodología: Iniciaremos la tarea educativa a través de nuestros voluntarios quienes visitarán escuelas, centros vecinales, de recreación infantil, clubes, parroquias y otros espacios de participación ciudadana donde realizaremos invitaciones para que los chiquitos de cinco a siete años participen en jornadas de dibujo y juegos en las que, con lenguaje e imágenes sencillas, les facilitaremos elementos para que incorporen a su cultura.
Contenido: en esta etapa del programa trabajaremos alrededor de dos presupuestos básicos:
- por un lado, poniendo énfasis en la gestación de un vínculo nuevo con la naturaleza que se manifieste en conductas de cuidado amoroso de lo que nos rodea.
- por el otro lado, trabajaremos sobre los criterios conocidos como “tres R”: reducir, reutilizar y reciclar.
También pretendemos que el niño aprenda a cuestionar y limitar el consumoiniciándolos en una nueva cultura del ahorro, comenzando por el agua, la luz, el no consumir productos envasados con materiales como el nylon. De manera sencilla, con cuentitos breves, como jugando, colaborar para que se construyan en ellos sólidos cimientos de cultura ambientalista.
Para una mayor comprensión estos conceptos serán formulados de manera sencilla en forma de consignas, como por ejemplo:
- Amá a la Tierra, la Tierra te ama.
- Cuidá el agua, gotita a gotita.
- Cuidá tu casa, tus juguetes y tu escuela.
- No arrojes ni quemes basura
- Apagá la luz en las habitaciones en que no hay nadie
Es importante fijar en los chiquitos la noción de separación y clasificación de los deshechos, enseñándoles que la basura deja de ser basura si ellos guardan en un recipiente vidrio con vidrio, en otro cartón con papel, en otro latitas con latitas y en otro cáscaras de banana, papa, semillitas de naranjas y los restos de cualquier comida.
Posteriormente y luego de una consciente evaluación que determine el grado de asimilación que exhiban los niños a las consignas del programa y previo el cumplimiento de la formalidades de rigor consistentes en la debida aprobación de las autoridades competentes del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba y de la Municipalidad de esta ciudad en caso de ser autorizados proveeremos a los docentes de material ilustrativo para que dicten en clase las consignas.
Motivaremos la participación activa de toda la comunidad (el niño y su familia) organizando jornadas creativas, concursos de dibujo y otras actividades que les sean atractivas: juegos, proyección de videos. Cerrando el ciclo, tras evaluar el logro en los objetivos, realizaremos en cada centro de participación, instituto escolar y plazas barriales o de pequeñas localidades, una ceremonia maravillosa: plantaremos un Árbol.